Con gran precisión es la avenida limeña que divide la ciudad en norte y sur. Al sur va San Isidro, Surco, San Borja, Miraflores y Barranco mesocrático. Al norte van Lince, La Victoria, Cercado y es la zona de clases populares.
Ella dijo: "te diré que Miraflores no me gusta mucho. Más San Isidro que es mi espíritu sin multitudes". "Si, se te nota" apunté. Miraflores es la República de la interacción continua y eventos sin vetos. Es una feria urbana diaria pasear por el Parque Kennedy o Diagonal o Av. Larco. El arte abunda desde grafitis a artesanías andinas o picarones al centro del parque.
En alguna época Surquillo era Miraflores hasta que la Vía Expresa la división. No ha habido escritor como Julio Ramón Ribeyro que haya narrado más de Miraflores. Su descripción del barrio de Santa Cruz detrás del cuartel de San Martín por la Av. del Ejército es memorable. Salas de billar llenas de humo y bares ocultos así lo confirman.
San Isidro es calmo. Oculta bajo serenidad aparencial presencias turbulentas de sujetos o familias. Si es cuestión de tertulias vas a Dasso, si quieres ilustrarte del barrio hebreo te das una vuelta por Víctor Maurtua donde viven Aldo Mariátegui, Josefina Townsend, Jessica Newton o la pintora Vivien Fliender.
Al final de la calle ves el busto del que fue rector de la Católica José Tola Pasquel. si quieres sicoanalizarte nada como ir por la Av. Santa Cruz donde se ubican los más careros. Lo apacible cuesta o como dice mi exsuegro: "el dinero no da felicidad, pero si calma los nervios''.
